Por todos es sabido que el fútbol base por desgracia no es una mina de oro. Para los clubes trabajar de una manera que les permita obtener la máxima eficiencia es muy complicado. Cuando no tienes un potencial económico elevado, es complejo dotar a tu club de herramientas y personal que ayuden a que todo funcione de manera más profesional. En este artículo queremos reflejar esos problemas o más bien, la falta de recursos en el fútbol base que a día de hoy padecen los clubes.
Las escuelas de fútbol tienen muchos quebraderos de cabeza y nosotros vamos a hacer que vean que somos conscientes. Y como somos conscientes, queremos, en primer lugar, desglosar algunos de esos problemas y, posteriormente, ofrecer nuestra ayuda para paliar esas carencias. Por lo que hemos podido comprobar, diríamos que podríamos dividir esa falta de recursos en el fútbol base en:
Tipos de problemas en fútbol base
- Carencias económicas
- Problemas con las instalaciones
- Entrenadores
- Dificultad para retener a los jugadores
- Cuidado de la imagen del club en redes sociales
- Problemas a nivel de gestión
Carencias económicas
Es una realidad que la gran mayoría de clubes de fútbol base tienen dificultades para ser clubes solventes a nivel económico. Los gastos cada vez son mayores, ya sean en material, desplazamientos o herramientas indispensables para gestionar profesionalmente el club pero que también cuestan un dinero. Sin duda, de lo mencionado anteriormente, un problema cada vez más acentuado es el de los desplazamientos, principalmente en equipos femeninos.
Esto tiene una explicación. Hay menos clubes y menos equipos, por tanto, es más complicado formar ligas por proximidad. Por ejemplo, en el caso de la Comunidad Valenciana, es común que un equipo de la provincia de Valencia tenga que jugar partidos en Alicante y en Castellón. Lo mismo para los equipos de las otras dos provincias. Esto no supone una importante inversión de tiempo, sino también de dinero.
Además, en el apartado económico también hay que incluir los costes de material, que no es poco y, por supuesto, de mantenimiento de las instalaciones. Es un tema que tocaremos posteriormente y lo analizaremos más a fondo, pero los clubes no son esquivos a la realidad actual y la inflación también afecta a sus bolsillos. Por ejemplo, con la luz. Muchos clubes se hacen cargo de ese tipo de gastos y, puesto que todos esos costes se han disparado en los últimos meses, las escuelas de fútbol base también se resienten.
Instalaciones
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Lo hemos tocado de pasada en el punto anterior, pero ahora vamos a analizarlo con más detenimiento. Desde siempre las instalaciones de los clubes han sido un quebradero de cabeza para ellos mismos. ¿Por qué? Pues por varios motivos. En primer lugar, por el mantenimiento. En muchos casos, las instalaciones son municipales, o lo que es lo mismo, es el Ayuntamiento de cada localidad quien debe ocuparse de ellas. Es común que estos campos se dejen un poco de lado y los clubes se quejen por ejemplo de ciertos aspectos de las instalaciones. En otros casos a pesar de ser instalaciones municipales, son los clubes los que se hacen cargo de los gastos, significando esto un gasto importante para la escuela.
Otro problema: La masificación
Por otro lado, hay otro problema desde hace años en el fútbol base en general. La masificación de las instalaciones. Es decir, hay muchos niños, muchos equipos y muchos clubes y en comparación, muy pocas instalaciones. No se lleva avisando poco tiempo de este tema. De hecho, en 2017, Toni González, autor del libro ‘Metodología secuencial’, habló sobre este tema en la revista Panenka. ¿Qué es lo que provoca todo esto? Pues que los clubes tengan muchos problemas de organización.
En primer lugar, es muy difícil planificar los horarios de entrenamiento. En muchas escuelas hay un elevado número de equipos y pocas horas en el día para poder entrenar. Eso hace que para determinar los horarios para entrenar haya que hacer todo tipo de malabares. Además, no hay que olvidar que algunas instalaciones son compartidas por varios clubes, lo que complica todavía más la tarea.
No hemos de pasar por alto que hay clubes que para cuadrar sus horarios y que todos los equipos puedan entrenar, deben usar otras instalaciones además de las suyas. Además, hay que hablar también sobre la calidad de los entrenamientos. Es una obviedad que, cuando los equipos cuentan con un espacio reducido para entrenar, la calidad de esos entrenamientos disminuye de forma drástica. Todos los entrenadores, coordinadores, directores deportivos e incluso jugadores, han pasado por este tipo de problemas relacionados con las instalaciones.
Entrenadores
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Con respecto a los entrenadores hay muchos puntos que tratar. En primer lugar, a un entrenador de fútbol base no se le puede exigir como si viviera de ello, porque no es así. De hecho, la gran mayoría están entrenando por pasión y amor por el fútbol. Muchos de ellos compatibilizan su labor de entrenador con otro trabajo que les ocupa todo el día y utilizan el fútbol como vía de escape y de disfrute de lo que les gusta. Es por ello por lo que, teniendo en cuenta esas circunstancias, los entrenadores realizan su labor de la mejor forma que su tiempo y su propia vida les permite.
A nivel de club, en los últimos años se exige desde la mayoría de federaciones que los entrenadores sean titulados. En reiteradas ocasiones esto supone un problema, porque no es fácil encontrar entrenadores con el título para todos los equipos de una escuela. Por tanto, suele ser otro dolor de huesos para el club esta tesitura. Además, como a nivel económico no se genera mucho dinero como entrenador de un solo equipo, algunos técnicos tienen que entrenar varios equipos de fútbol base, ya sea en la misma escuela o en diferentes escuelas siempre que los clubes estén de acuerdo. Esto puede complicar la compatibilidad de los entrenadores a la hora de cuadrar entrenamientos y poder asistir o, sobre todo, en los días de partido.
Dificultad para retener a los jugadores
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Otro de los problemas con los que se encuentran las escuelas a causa de la falta de recursos en el fútbol base es con la dificultad para retener jugadores. Es cada vez más común que desde muy pequeños haya jugadores que cambian de club casi por año. Para las escuelas es cada vez más complicado satisfacer las necesidades de niños y de padres y al final, su marcha acaba siendo un duro golpe a todos los efectos. ¿Por qué puede pasar esto? Por varios motivos. Uno evidente es porque los niños y, muchas veces los padres de los niños, quieren jugar en los mejores equipos y las mejores categorías. Por eso en ocasiones cambian de club. Hay otros factores que pueden ser clave, y es que muchas veces los clubes no hablan el lenguaje que hablan los jóvenes jugadores.
Nos explicamos. El mundo ha cambiado mucho y, ocasionalmente, los clubes no se han adaptado en el apartado comunicativo a la realidad actual. Los más jóvenes funcionan con unos canales de comunicación determinados y para ellos puede ser determinante la importancia que un club le dé a las redes sociales y el protagonismo que los jugadores tengan mediante esas vías. Otro factor importante es hacer que los futbolistas se diviertan a la hora de entrenar. Sobre todo en su adolescencia, que es cuando hay una tasa de abandono mayor. Además, consideramos que usar una App como Clunnity, que casa perfectamente con los modelos de comunicación actual de los jóvenes, es una forma de incentivar que se queden en un club.
Cuidado de la imagen del club en red
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En el punto anterior hemos mencionado la gestión de redes sociales, pero ahora vamos a hacer un análisis más detallado de esta problemática y añadiremos el uso de las páginas web. Vivimos actualmente en una época donde todo se debe compartir a través de las redes sociales. Sin duda, herramientas como Twitter, Facebook o Instagram, entre otras, son una bendición para empresas y marcas que quieren expandirse. También pueden serlo para los clubes de fútbol, aunque se convierten en un problema. Cuando las escuelas de fútbol tienen el privilegio de contar con alguien que puede llevar la gestión de sus redes sociales, es un respiro para los clubes. Pero hay que tener en cuenta que son muy pocas las que tienen la capacidad económica para que puedan contar con alguien externo al organigrama del club que dirija esa estrategia de redes sociales.
No se puede culpar a los clubes que no pueden poner todo el énfasis que les gustaría en usar las nuevas tendencias comunicativas. Como venimos comentando todo el artículo, esto se produce por la falta de recursos en el fútbol base de la que poca culpa tienen las escuelas en el fútbol base. Ahora lo que vamos a explicar es qué pasa cuando un club no puede contar con una persona que se encargue específicamente de todas estas cuestiones. Hay varias opciones: que las redes sociales estén totalmente abandonadas, que no haya un plan de contenidos claros o que las personas que están al mando de las redes no sean personas especializadas en ellas.
Dificultad para gestionar de forma eficiente todas las redes sociales
El primero de los casos cada vez es menos común, pero todavía pasa. Para la escuela es casi imposible poder gestionar a la vez lo que pasa dentro del club de fútbol y, además, añadir una gestión de los perfiles de Twitter, Instagram o Facebook. Por eso, muchas de las escuelas apuestan por dar uso con asiduidad a una o dos de esas tres redes sociales (normalmente Facebook o Instagram), mientras que la tercera (que suele ser Twitter), queda más en el olvido o directamente, queda abandonada. De este modo, por la imposibilidad de llevar el control deseado, se pierde el potencial para que más gente pueda conocer la escuela y lo que pasa y, por tanto, se pierde capacidad de resultar atractivo para aquellas personas que no forman parte del club.
Gente no especializada al mando de las redes del club
Respecto al segundo punto mencionado con anterioridad, hay que destacar que esto pasa con mucha asiduidad. Cuando no hay recursos para destinarlos a que una persona con conocimientos sobre el tema gestione las redes sociales, suele caer en algún miembro del club. Esa persona, además de hacer todas las tareas que le competen, debe también volcarse con el contenido generado en las redes sociales. ¿Qué suele pasar con esto? Que no hay un control sobre lo que se publica. Un día se sube un ‘post’ de Instagram con los resultados de unos partidos y otros se quedan en el aire, otro día no se sube nada, y a veces se sube todo de golpe.
Poca importancia al desarrollo de buenas páginas web
Otro problema, a parte de las redes sociales, reside en las páginas web de los clubes de fútbol base. En muchas ocasiones o directamente no disponen de página web o está completamente abandonada. En otros casos, las escuelas se encomiendan a terceros que gestionan su página, pero normalmente esto no sale bien. Es muy común que esas páginas web tengan muchos fallos de diseño y funcionamiento y eso es un problema. Lo es, principalmente por la imagen que da del club y, también, porque esa página gestionada por un tercero tiene un coste. En un mundo donde como ya hemos explicado la falta de recursos es total, gastar fondos en algo que no es de calidad, no es positivo.
Esto, aunque es mejor que no hacer uso de las redes, tampoco es lo ideal. Pero sabemos que lo ideal es muy difícil de cumplir para los clubes con la falta de recursos en el fútbol base. En Clunnity somos conscientes de que estos aspectos son muy difíciles de tratar y estamos intentando visibilizar estos problemas.
Problemas a nivel de gestión
Este punto puede ser el resumen de prácticamente todo lo anterior. Todos los problemas mencionados con anterioridad acaban complicando la gestión de un club. Es difícil poder realizar una gestión impecable cuando un club de fútbol base tiene de por sí tantas trabas como todas las que hemos analizado ya. A lo ya mencionado, podríamos añadir otros temas que en Clunnity hemos comentado en otros artículos.
Hemos insistido mucho en lo molesto e incómodo que puede ser gestionar un club utilizando Whatsapp como principal herramienta. ¿Por qué? Pues en primer lugar, porque se mezcla tu trabajo con tu vida personal, que es algo que acaba siendo un caos y genera estrés mental. Además, como todos los miembros de clubes que estéis leyendo este artículo, sabréis perfectamente que al cabo del día pueden llegar a un teléfono móvil un sinfín de mensajes y comunicaciones, que aunque parezca mentira, pueden empeorar la propia comunicación.
En los problemas de gestión no solo queda lo ya comentado del Whatsapp. Hay muchas tareas administrativas que ocupan un espacio de tiempo infinito para la persona del club que se encarga de ellas. Seguro que sería un alivio poder centralizar muchas de esas tareas y dejar de invertir tanto tiempo para poder centrar los esfuerzos en otros puntos importantes para la escuela.
Pues eso, en parte, es posible con una app de gestión deportiva como Clunnity. Como ya hemos comentado en otros momentos, no podremos ser una solución mágica para los problemas de tu escuela, pero sí que podemos ser de utilidad para que tu gestión sea mucho más eficaz. Entre otras cosas, podrás tener una mejor comunicación, una mejor gestión administrativa, tus entrenadores tendrán una buena herramienta de trabajo y también podrás fomentar el sentido de pertenencia al club, que es algo que aporta mucho valor a un club de fútbol.
Sabemos perfectamente que con todos los problemas que hemos comentado con anterioridad en los diferentes apartados tratados, es difícil trabajar. Por eso, Clunnity quiere aportar su granito de arena para hacer mucho más fácil la vida de los clubes. Si te interesa conocernos más y saber de forma más específica cómo podemos ayudarte y en qué consiste esta app de gestión para clubes de fútbol, pincha aquí y solicita la información para poder formar parte de Clunnity.